El anhelo de la construcción de nuestra actual Casa Hermandad, surge a raíz del año 1982, cuando se derriba el tejado de la Capilla de Nuestra Señora de Gracia, -que ya venía mostrando señas de grave deterioro-, desde dónde venían saliendo nuestros Sagrados Titulares para realizar Estación de Penitencia, sita en el atrio de Ruedo Alameda. Es entonces, cuando se construye la estructura de hierro y toldos, que se instalaba en el mismo atrio, desde donde salían nuestros Sagrados Titulares en procesión.
Ante el riesgo que conllevaba, y el trabajo de aquellos que montaban y desmontaban dicha estructura, se crea la necesidad de construir una Casa de Hermandad, un espacio para salir dignamente y guardar enseres y útiles.
En 1993, cuando es elegido Hermano Mayor, D. Salvador Sánchez, se plantea seriamente la posibilidad de conseguir ese lugar digno desde el que nuestros Sagrados Titulares, junto con los hermanos nazarenos, iniciarían su Estación de Penitencia, optando en primer lugar, por el lugar en el que ya se salía, esto es, por el atrio de la Capilla de Nuestra Señora de Gracia, y en segundo lugar, por la Capilla del Convento de San Francisco, pero en ninguno de estos lugares se pudo materializar, surgiendo la posibilidad de construir el inmueble en un solar de calle Empedrada, junto al Predicatorio.
En 1998, se solicita formalmente al Excmo. Ayuntamiento de Ronda, la cesión del solar sito en calle Empedrada, cuando era Alcalde D. Juan Fraile Cantón, que muestra su total apoyo. Parte del solar era propiedad de Cáritas Interparroquial, por lo que tras largas conversaciones y negociaciones, entre Cáritas y el Excmo. Ayuntamiento de Ronda, se llega a un acuerdo tres años después. Finalmente, se aprueba la cesión del terreno, en Pleno del Excmo. Ayuntamiento de Ronda, de fecha 28 de junio de 2001, siendo Alcalde de la Corporación, D. José Herrera Raquejo.
En julio de 2001, siendo Alcalde de Ronda, D. Juan Benítez Melgar, se encarga el proyecto de la edificación al arquitecto municipal, D. Sebastián Naranjo Sánchez, al arquitecto técnico, D. Salvador Lara Pastora, y a D. Bernabé Pinzón Orellana, como delineante, encargándose de la construcción de la estructura y del tejado, la empresa de construcciones José María González, que comienza su construcción en octubre de 2002, concluyendo en el mes de diciembre del mismo año.
Fue imprescindible la inestimable ayuda de hermanos, amigos, vecinos del barrio y familiares para sufragar las cuotas mensuales, al contraer un préstamo de 79.000 euros con la entidad financiera Unicaja, avalado por catorce personas, para sufragar los gastos de la obra.
Es el día 11 de enero de 2003, cuando se inicia el cerramiento de la obra por un grupo de hermanos, que cada fin de semana se reunía para trabajar por la construcción de nuestra ansiada Casa, con tal ansiedad y ganas, que el objetivo era que el cerramiento estuviese listo para poder iniciar la Estación de Penitencia ese mismo año desde la calle Empedrada. Era una actividad frenética, no existían días festivos, se daba una sensación de euforia desmedida y generalizada, ante la emoción de poder salir ese mismo año bajo la construcción, teniendo especial expectación el día que se instaló la puerta por la que saldrían nuestros suntuosos tronos, el día 15 de marzo de 2003, día que se alargó hasta las cuatro de la madrugada.
Y con la sensación del deber cumplido, amanece el Viernes Santo de 2003, día esperado, en el que se cumpliría el sueño anhelado para convertirse en una realidad. Ante el trasiego de hermanos y vecinos, finalmente, nuestro Consiliario, el Rvdo. José Morales, bendice la Casa y dirige unas palabras a todos los hermanos reunidos, dando las gracias a nuestros Titulares por habernos dado ese momento histórico, único e irrepetible, comenzando nuestra Estación de Penitencia a las 7 de la tarde como viene siendo habitual, convirtiéndose en una noche cargada de satisfacción y alegría.
Finalizada la Semana Santa de 2003, se reinician las obras, teniendo un suceso trágico durante las labores de finalización de la Casa. Fue un terrible 7 de febrero de 2004, cuando inesperadamente un accidente tuvo lugar, que tuvo un fatídico desenlace cuando meses después nuestro Hermano Salvador Sánchez, perdería la vida, que tanta ilusión, esfuerzo y trabajo dedicaría la construcción de nuestra Casa Hermandad.